Vivimos tiempos en nuestro país Venezuela donde ir a unas elecciones es casi cotidiano, donde elegir se hace importante para nosotros como ciudadanos para poder determinar el tipo de país que deseamos. Ese mismo movimiento político y electoral ha hecho que como ciudadanos nos volvamos cada vez más críticos de la tendencia política que adversamos emitiendo comentarios desde los extremos.
No solo eso, nos hemos sensibilizado aun más que antes sobre nuestros derechos como ciudadanos y lo que debemos reclamar a los políticos electos con relación a sus obligaciones y lo que demandamos como ciudadanos. Esto último me parece excelente ya que como ciudadanos crecemos y somos más cultos en cuanto a la elección que hacemos al momento de escoger nuestros gobernantes locales, regionales y nacionales.
Lo que me preocupa un poco con relación a este proceso social avasallante es que nos enfocamos a lo que podemos demandar a un político cuando lo elegimos, pero perdemos un poco el foco en cuanto a lo que nosotros como ciudadanos debemos dar a nuestra ciudad para tener un mejor país.
En las colas para votar no dejamos de escuchar las comparaciones con países como Alemania, Estados Unidos y otros países organizados socialmente donde salimos generalmente mal parados. Además en esas colas se hace un análisis muy detallado del sin fin de errores que cometen nuestros políticos (no lo critico, está eso muy bien).
Lo que me sorprende de esa situación es que varios de los que hacen ese tipo de comentarios son los que tratan de colearse en las filas de votación, se hacen pasar por enfermos para pasar primeros o en el mejor de los casos nunca hacen una autocrítica sobre su aporte al país como ciudadano.
Hay cambios sociales necesarios para tener un excelente país que no las puede hacer un Alcalde, Consejal, Gobernador o Presidente, esos cambios sociales tienen que ver con nuestro comportamiento como ciudadanos y nuestra forma de ser entes de cambio positivo para nuestro país.
Podemos tener los mejores políticos que podemos elegir, pero si seguimos botando basura en la calle, si seguimos coleándonos en las filas, si manejamos de forma agresiva en nuestras calles, si no educamos a nuestros hijos como futuros excelentes ciudadanos, si no logramos generar ningún cambio en nuestro comportamiento, lo cual es una decisión unipersonal y responsabilidad única de cada uno de nosotros, entonces no importa al candidato que elijamos... seguiremos el camino de sociedades que se autocondenan a la mediocridad con la excusa de echar la culpa a otros.
Si quieres una mejor ciudad, un mejor estado y un mejor país, entonces elígete tu propio alcalde y actúa responsablemente y en coherencia con lo que criticas, lo que rechazas y principalmente con lo que sueñas para tu país.
Definitivamente para poder tener un mejor país debe haber un trabajo en equipo entre los políticos que elegimos y las decisiones que hacemos para tener un comportamiento ejemplar como ciudadanos.
Para empezar a construir ese país que tanto deseamos... todos debemos ser alcaldes...
Saludos!
Emerson Ramírez
www.emersonramirez.com.ve
emerson@emersonramirez.com
@emersonramirezs
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