Una de las claves más importantes en las organizaciones y por las cuales se mide a algún supervisor, gerente o responsable de área es la capacidad de formar, establecer y desarrollar equipos altamente cohesionados y con la capacidad de trabajar juntos con orientación a los objetivos de un departamento o empresa.
Para poder establecer un equipo de campeones y desarrollar un equipo de trabajo altamente efectivo la clave está en el líder. Todo equipo comienza con un excelente líder, que tenga la capacidad inicial de seleccionar los mejores integrantes de su equipo con las competencias necesarias para desarrollar con eficacia las responsabilidades de un cargo y además poder interactuar positivamente con el resto del equipo. También, el buen líder tiene la capacidad de poder trabajar con el equipo que ya tiene seleccionado y sacar de cada integrante lo mejor para aportar a un team con una meta definida.
Para esto, el líder debe desarrollar una comunicación efectiva e influyente que permita potenciar habilidades en los integrantes del equipo. Es ese tipo de comunicación cercana y convincente que hace que el líder comunique objetivos, metas y reglas del juego de manera que los integrantes no sólo las conozcan sino que compren la idea y la apliquen con convencimiento de la importancia del impacto que tienen sus acciones en el resto de una organización y en el cumplimiento de los objetivos.
Las metas del equipo deben ser claras, que además de las metas u objetivos personales de cada integrante del equipo, estos individuos estén alineados con una meta colectiva. Los integrantes de un equipo deben estar conscientes de la importancia de tener metas, valores y visión en común, para de esa manera poder combinar talentos orientados al éxito individual y grupal. La concientización de cada integrante del equipo con relación a un pensamiento y acciones grupales es determinante para establecer un comportamiento general orientado a un logro común.
El compromiso individual es vital para cada equipo, cada aporte individual suma, todos unidos suman a los objetivos del equipo siempre y cuando los valores, los esfuerzos y el compromiso estén alineados con la meta global. Los líderes saben que convocar y agrupar talentos no es difícil, lo difícil es hacer que los talentos se junten en compromisos alineados que los guíen hacia el éxito que beneficia a todos. No sólo es llevar la misma camiseta, es determinante sentirla, vivirla, amarla y luchar por las cosas que son importantes para el equipo.
Luego de todo lo que he venido explicando, todo las recomendaciones no serían efectivas si los integrantes del equipo no están dispuestos a desarrollar acciones concretas orientados a la meta. Muchas veces los equipos tienen clara la meta, tienen valores alineados, tienen claro el impacto de su departamento en una organización, pero muchas veces no saben cómo deben hacerlo o las acciones concretas que deben seguir. Tener un plan específico de acciones y un cronograma de actividades le puede ayudar a que su equipo pueda alcanzar esos logros que son determinantes y por los cuales va a ser medido. No sólo es tener la meta clara, es tener el mapa, los pasos, identificar los obstáculos y saber reaccionar a ellos lo que acercará a su equipo a convertirse en un equipo triunfador y de clase mundial.
Les comparto una infografía que puede ser de su ayuda y espero que les guste... gracias por estar allí...
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